1) El lugar:
Procura un suelo , con buen drenaje y que contenga sustrato orgánico, así te aseguras, nutrientes y no encharcamiento .
Los rosales necesitan varias horas de luz solar al día para florecer, así que , cuidado con la penumbra ya que no florecerán.
No plantar los rosales muy juntos , ya que el rosal necesita que circule el aire.
2) El riego:
Es uno de los capítulos más espinosos en el cultivo de los rosales y en general de la mayoría las plantas.
Los rosales necesitan mucha humedad, especialmente en el periodo de floración y en verano procura riegos constantes, sin encharcamientos y sin mojar sus hojas para evitar hongos.
3) Abono:
Es fundamental para tener más flores.
Los rosales necesitan gran cantidad de nutrientes para:
-crecer y
-tener una floración saludable.
Utiliza abono con contenidos adecuados especiales para rosales.
Comienza a principios de primavera cuando ni hiele donde vivas y sigue abonando de forma alterna en verano también.
4) La poda:
Influye mucho en su salud y floración.
-hacer una poda importante al año, mejor a final de invierno, (esto consiste en cortar todas sus ramas verdes sin llegar nunca a sus troncos principales leñosos).
-hacer podas de limpieza más ligeras, de vez en cuando para eliminar flores marchitas o ramas secas.
-importante: quitar los chupones, que son los brotes verdes que salen de la base de los rosales.
5) Control de plagas y enfermedades:
Si la planta está enferma o atacada por plagas no podrá florecer.
-las plagas más comunes son, el pulgón y la araña roja.
-las enfermedades más comunes, el oidio, un hongo que destruye las hojas y capullos aún antes de abrir.
Así pues al primer síntoma , se ha de aplicar un buen insecticida o fungicida según el problema para evitar así que se extienda.
6) Elegir la variedad adecuada:
Siempre mejor elegir rosales híbridos, que han sido creados de forma artificial para mejorar aspectos de la planta. Por lo general sin más fáciles de cuidar.